En pago por el juego

Había estado un buen rato caminando charlando de forma animosa, pero allí estaban: el Okiya de Sayuri. Shizuma le guiñó un ojo a William a ntes de entrar dentro, apartandose el pelo de la cara.

-Este es mi Okiya -anunció ya en el interior.

Hermoso lugar, Hermosa chica sonrio ruborizado

-Busquemos una habitacion a su gusto, no me gustaria desnudarla frente a miradas indiscriminadas- rio burlesco

-Ademas el teatro es un plato que se sirve en privado- la miro picaro a los ojos.

-casi lo olvidaba- dijo para si mismo

-le debo un te- exclamo mirandola distraido y con un dedo en el menton

-Vaya, se olvida rápido de las deudas, William -sama -dijo haciendoleun gesto delicado para que le siguiera.

Pasaron entre algunas compañeras y maikos mientras le llevaba a una de las habitaciones del final del Okiya. En la puerta se hizo a un lado sonriendo de forma pícara.

-Por aquí, por favor.

-muchas gracias- paso a la sencilla pero muy hermosa habitacion

Giro su rostro hacia la muchacha y sonrio -Creo que tienes mi cabeza dando vueltas- volvio a mirar hacia el frente, buscando un lugar para acomodarce.

-¿Dando vueltas? -preguntó.

Esperó a que se acomodara y se sentó a su lado, apenas alejada de él.

acerco su rostro solo un poco, y con una ceja arqueada dijo

-si, dando vueltas, su encanto, su picardia, la prudente distancia que toma y como reacciona imprudente a veces, mantienes controlada la situacion, lo mismo que em gusta hacer, pero... cada juego es diferente y quizas deba perder para ganar- diciendo esto ultmo volvio a su pocision riendo

-que debo hacer para pedirle un te sin que tenga que pararce?-

-mmm pararme? -preguntó ladeando la cabeza y mirándole con sensualidad y calma-. No lo sé, desde que entró por esa puerta -señaló con la cabeza- usted es el cliente, William-sama. Solo pida, y yo intentaré complacerle todo sus deseos.

-entonces beberemos te, si tiene una lampara de aceite nos vendria bien tambien, sera una unica y hermosa fuente de luz para esta habitacion- sonrio imaginando a la chica actuando para el.

-Por cierto, ya hemos compartido un juego, asi q solo llameme William o Jack Black- dijo mirando hacia el techo y poniendo sus manos en la nuca.

Sonrió deforma pícara levantandose.

Aunque sentia que seguramente le estaria observando mie ntras se movía, se tomó su tiempo para prender la lampara de aceite y quitar las demás iluminaciones de la habitación. Con cuidado cogio la bandeja de té y la puso frente a él, después de que el agua hubo hervido, para empezar a preparlo ante sus ojos.

observo cada movimiento de la joven y como iba oscureciendo el lugar, finalmente solo la lampara iluminaba el sitio, las luces y sombras jugaban en el palido rostro de la joven, los tonos rojos resaltaban, el chico estaba embelezado por un momento se vio indefenso, ella reinaba el lugar.

silencio vigilando cada movimiento, no por temor sino por la parcimonia que la chica se tomaba, vio como servia el Te, se veia sutil y delicada, nada comparo a lo que vio la primera vez en ella ese dia.

-¿Quiere azucar en el té, William? -preguntó usando su tono mas dulce mie ntras con delicadeza levantaba la tetera y vertía el agua para preparar el té-. O quizás le gusta más el té amargo...

Un pequeño ronroneo, a modo de risa, escapó de sus labios.

-me a leido a la perfeccion, lo prefiero sin azucar, uds es todo el dulzor que necesito esta noche-

Literalmente estaba engatuzado, la joven lo habia atrapado en sus garras, pero eso duraria solo mientras el Te se servia, por lo menos asi lo planeaba William.

espero a que la dama tambien tuviese su Te servido para comenzar a beber el suyo.

Ella se sirvió un poco de azucar y se sentó sobre sus piernas mirándole de la forma que tantas veces había practicado en sus clases, con la cabeza un poco gacha y fijamente a los ojos.

-Espero que le guste el Okiya -comentó aún con su tono dulce, llevandose la taza a lo slabios.

Aunque hiciera eso, realmente no tenía penado beber nada.

-Si se refiere a que me gusta lo que eh visto, la respuesta es si, me gusta lo que eh visto y lo uq eesoty viendo en estos momento- dijo mirando sus coquetos ojos.

bebio un pequeño sorbo y alejo la taza soplando embarazosamente *esta caliente*

-Oh, permitame -dijo estirando los brazos y posando sus manos sobre las suyas para acercar la taza. Con suavidad sopló la superficie del líquido como él habia estado haciendo durante uno sinstante-. ya debería estar bien

Sonrió, aún de forma coqueta.

-me alegra mucho que le guste.

si no era el cielo se le parecia, William no acostumbraba ir a las Okiyas, sabia como se trataba a los hombres ahi, pero el preferia ver a las jovenes desembolberce en otros lugares de la ciudad, aqui era su territorio y william lo sabia muy bien.

-Muchas gracias- bebio -esta delicioso-

miro la taza de la muchacha, no habia bajado en nada, arqueo una ceja.

-Y que es lo siguiente dama? yo ya cumpli con el te-

Con un movimiento sensual dejó la taza sobre la bandoja sin perder el contacto con sus ojos.

-Pues... creo que lo que toca ahora es q uitarme el kimono -susurró pronunciando con mucha lentitud cada palabra

El chico bebio un ultimo sorbo dajando la taza a un lado, se acomodo y espectante pero no ansioso espero.

Los ojos de la joven era cautivadores y mas con la escasa y juguetona luz.

Sin decir nada más se levantó y le dio la espalda, desatandose con lentitud el obi pra dejarlo caer al suelo y que el kimono quedara abierto. Suspiró de forma sonora, esperando un tiempo pruencial.

un escalofrios recorrio el cuerpo del chico y lentamente se puso de pie, mas no se movio de su sitio, no deseaba interrumpirla, no aun por lo menos.

Sensual y fragil, escondiendo habilmente una fiera que espera para incar los colmillos

Con más lentitud aún dejo caer el kimono por sus hombros haciendo que su respiración se volviera más pesada convorme lo dejaba deslizarse

El juego de sombras acompañaba aquella escena, escondiendo a ratos a la joven y volviendola a revelar.

el chico se quedo un momento sin aire y luego volvio en si, tomo el abanico de la mesa y se acerco a la muchacha quien todavia le daba la espalda puso atrevidamente un mano en su cintura y con la otra puso el abanico en la mano de la chica.

-le bajare un poco a la lampara, danze por favor, confio en que sabra manejar la tenue luz a su favor- susurrole al oido.

luego tomo asiento sobre la mesita teniendo cuidado de derramar las tazas y botar la bandeja, tomo la lampara y bajo un poco la luz, luego a coloco a su costado.

Con un movimiento rapido volvio a subirse el quinomo por los hombros y empezó a bailar de forma sensual moviendo de forma que ocultara su rostro justo cuando la luz hacia mayor incapié en iluminarlo, creando una insinuante imagen acompañada con el vuelo de los pliegues del kimono.

La musica no era necesaria, William podia seguir los movimiento de la joven y sentir el compaz que llevaba.

de cuando en vez el collar brillaba siguiendo una danza propia que acompañaba los pasos de la dama.

-maravillos ojos- susurro

despues de un rato bailando dio una vuelta y se dejó caer con dramatismo sobre sus piernas, ocultando aún surostro tras su abanico. Sus ojos brillaron bajo la tenue luz de la lampara, de forma coqueta.