Un paseo a caballo

Akari ontempló la belleza de las montañas, realmente se estaba agusto. se había adelantado un poco a William, así que esperó, aún así, todaía n veía a ningún caballo.

La chica era observada desde lo alto.

-Señorita- le susurraron desde lo alto, era William

-Valla en esa direccion- apuntando una pequeña fuente de Humo
-ahi hay un establo, espereme es ese lugar-

La joven hizo lo que William le decía. No tardó demasiado en llegar. Se acercó con cautela al establo y observó los caballos. Eran preciosos, aunque dado que no era una chica demasiado alta le parecieron bastante grandes.

-Disculpe la tardanza señorita, tenia que cambiar los huevos- dijo,

el chico acababa de bajar de las alturas y ahora traia una bolsa de papel

-En los establos individuales debe haber un caballo negro, con una "Jota" y un trebol blanco en al muslo derecho, busque al criado para que lo ensille y lo lleve a la entrada, mientras ire a pagar el favor- exclamo indicando la bolsa

-Lo olvidaba- entregandole una cajita y sobre ella un carta, un jack negro

-Lo que esta adentro es para Uds, o para quien estime conveniente-

Dentro habian dos pares de pendiente, unos girasoles y unos plateados, estor ultimos pertenecian a Shizuma Himemiya

Asintió y abrió la caja, dentro habían dos hermosos pares de pendientes. estaba a punto de dar las gracias uando reconoció los pendientes de su hermana Shizuma - Eh, William, espera - le llamó pero el joven ya se había alejado. Guardó la caja y fué a hacer lo que el muchacho le había dicho, más tarde ya hablarían sobre la caja.

Cuando fué hacía el establo indicado, quedó extasiada por la belleza del animal, era realmente hermoso. Cómo le había dicho William, llamó a un criado, y éste lo ensilló. La aacompañó hasta la entrada y allí ella se quedó esperando al chico.

Cómo tardaba comenzó a acariciar al animal, que al principio se mostraba reticente pero que acabó aceptando sus caricias.

Cuando volvio vio a la sonriente chica acariciando al caballo, ea una hermosa escena despues de todo

No me agradan los caballos sonriendo falsamente

-Hermoso no?, pero no se compara a su calida belleza-

En ese momento cinco siluestas se acercaban con prisa al lugar, el criado le hizo un gento al chico quien miro hacia el lugar, chasqueo con la lengua y le dio algunas instrucciones al criado en un idioma que no puedo comprender la chica, este le paso una pistola de un tiro al joven y extendio la mano para que la muchacha subiera al caballo.

-A los pies de la montaña tengo una pequeña cabaña, el te guiara alla y luego vendra por mi, no es hora de que trates de hacerte la valiente, nunca estoy solo- dijo preocupado y tuteandola.

Saco un cuchillo, quito el seguro del arma y chiflo hacia el establo. La mano del criado seguia estirada.

Akari subió al caballo con el eño fruncido. No le agradaba dejar a William ahí, pero sabía que si se quedaba sería un estorbo. Le costó un poco equilibrarse en el caballo, pero cuando lo dominó se sintió agusto. - Está bien, haré lo que dices - dijo algo contrariada por tener que obedecer - Pero con esto ya me debes dos explicaciones - Añadió, aunque en el fondo sabía que probablemente no se las daría.

Más tarde, llegando a la cabaña, escuchó algunos disparos. Se sentó preocupada, y para aliviar la tensión trató de hablarle al criado - Y bien, señor, ¿podría decirme que lenguaje hablaban antes? - El criado la miró pero o bien no la entendió o no kiso contestarle porque se quedó callado.

El criado la miro perplejo un momento, no estaba acostumbrado a que una mujer le hablara directamente, abrio la boca, pero la cerro inmediatamente, saco algunas sabanas limpias y frasadas las acomodo en una habitacion y luego preparo la mesa y aleto el fuego, colocando una teterita sobre esta, finalmente coloco una botella en ua pequeña caida de agua de la montaña que se encontraba en uno de los balcones.

Miro a la chica y le hizo una reverencia en señal de despedida, luego tomo al caballo y desaparecio galopando por donde habia venido.

Akari se quedó perpleja. Bien, ahora estaba en una cabaña, de un tío al que apenas onocía, en medio de quién sabe dónde. Y a eso había que añadirle el hecho de que el chico en cuestión llevaba un arma. Vale, estaba jodida. Sin pensarlo mucho agarró un palo que había tirado y se sentó. Cierto que un palo de madera comparado con una pistola no era mucho, pero era mkejor que nada.

despues de algunos minutos se escucho como los cascos de dos caballos se acercaban a la cabaña, hasta detenerce a un lado de ella.

sobre el corcel negro era montado por un herido William, mietras en otro caballo obediente venia sin jinete tras el.

bajoce trabajosamente y golpeo la puerta.

-Señorita Akari, soy yo, Jack Black, no tema estoy desarmado y Uds esta a salvo-

Willam entro con las manos arriba y dando un giro para que le viera completo, estaba empolvado y traia el pelo desordenado, tambien habia manchas de sangre que no eran de el es su traje, pero otras que si, le habian herido en el costado.

-Despues de todo tenia razon dama, si soy peligroso- rio

-le debo una disculpa y sobre todo una cabalgata- sonrio arqueando las cejas, estaba muy avergonzado.

Oh, Dios mío, ¿qué ha pasado? - Bufó - Vale, sé lo que ha pasado. Ven, creo que hay una habitación aquí - Le dijo y lo arrrastró hasta tumbarlo en una cama. - Vamos, quítate la camiseta - Luego se sonrojó - Para curarte..no lo decía en ningún otro sentido - farfulló avergonzada. - Y por favor, no me trates de usted.

-lo siento señorita akari, despues de esto pense que habia perdido el derecho de tutearla- dijo tosiendo aproposito, despues de todo no desaprovecharia un giro asi.

trabajosamente se quito las ropas, se recosto sobre la cama y cubrioce hasta bajo el ombligo con las sabanas.

-En la cocina deben haber algunos tiestos y paños limpios, puedes recoger agua de la vertiente-

exclamo indicando las direcciones en las que debia ir

-y trae el licor que esta enfriandoce por favor- añadio sonriendo -lo necesitare para el dolor y desinfectar la herida- rio

Está bien... - Sonrió con paciencia y fué a recoger el agua y el licor. Sabía que se estaba poniendo en evidencia, una maiko no debería saber curar una herida de bala. Pero ella había estado en la calle, y sabía más de lo que quería saber.
Terminó de coger los paños y el agua y volvió a la habitación. No le agradaba estar con un hombre semidesnudo, por muy bien que se viera, siempre le había tenido pánico a los hombres, desde que uno trató de sobrepasarse cn ella en una de sus noches al aire libre, pero tenía que curar sus heridas, y al fin y al cabo, parecía inofensivo.

- Las apariencias engañan - dijo una voz en su mente, pero no la escuchó - Bueno William, no ahs perdido ese derecho - Sonrió. - recuestate.

-me alivia escuchar eso-

Bebio un gran sorbo de licor -comienza- exclamo haciendo una mueca.

el lugar estaba tranquilo, solo el sonido de la brisa en los arboles y el arroyo que corria acompañaban a la solitaria pareja.

-Creo que acerte en traerte aqui- dijo riendo mientras la joven limpiaba habilmente la herida

miraba su labor con ternura y rubor

Sus manos se movían delicadamente sobre el costado del joven, sanando la herida y limpiandola. cuando fué ha desinfectarla hizo una pausa - Esto va a dolerte...- Le advirtió.

ya habia tomado esa precaucion, alcanzo su cinturon y lo mordio con fuerza, coloco ss manos a ambos lados y luego hizo un gesto afirmativo a la chica.

miro hacia el techo Ha resultado divertido despues de todo

Con el mayor cuidado que pudo poner, desinfetó la herida y extrajo la bala. Cuando terminó vendó la zona y miró al joven con amabilidad, esta vez no fingida - Te has portado muy bien, Will - Sonrió y le besó la mejilla.

El chico se ruborizo

will? solo su madre la llamaba asi, siempre lo haya un pseudonimo infantil, pero brotando de los labios de la chica fue como si fuera el mas hermoso nombre.

-Lamento comunicarle que soy su unica forma segura de salir de aqui, y dada mi condicion necesitare que me haga algunas atenciones mas- sonrio alegre y picaro.

Deberían encerrarte - rió - Realmente que eres un peligro. - Se sentó en el borde de la cama, relajada - Y bien, ahora que ya estás mejor, y dado que parece que voy a estar bastante rato aquí...dime, ¿de donde conseguiste esos pendientes de la caja? - preguntó.

-esperaba esa pregunta- dijo sonriente mientras se sentaba en la cama

-Pero solo te contare si traes algo para comer desde la cocina, hay variados platos preparados, trae el que gustes, porque es espero que comas conmigo-

cuando la chica se retiro de la habitacion, no muy contenta del todo, se levanto con dificultad y cerro las cortinas y toda fuente de luz, dejando encendida na lampara de aceite en el velador continuo y otra que estaba cerca de la entrada, junt la puerta y se metio de vuelta a la cama.

Respiro ondo para pasar el dolor y espero.

Fué hasta la cocina y cogió un plato sin ni siquiera mirarlo, nunca había sido delicada con la comida. Cuando volvió encontró a oscuras la habitación salvo por una lámpara de aceite, y a William con una mueca de dolor - ¿ Por qué te levantaste? y, ¿por qué cerraste las cortinas? - En su cara se dibujó su confusión. - Mira que eres un tipo raro, Will. - sonrió sentandose de nuevo en la cama. - Espero que te guste - Dijo mostrando el plato - No sé lo que es pero huele bien.

-Nada en este loga no me gusta- tomo un bocadillo del plato
-y eso te incluye- sonrio coqueto

Miro a la chica

-recuerda que te pedi que tambien fuera de tu gusto, y ya que no sabes lo que es esper que por lo menos lo pruebes- tomo otro

Cogió un bocadillo y lo probó, estaba realmente bueno - Me encanta. Y ahora ¡deja de eludir mis preguntas! - Le dió un golpecito en el brazo, fingiendose molesta - ¿Por qué cerraste las cortinas? y, ¿de dónde sacaste los pendientes? y, ¿quienes eran esos tipos?.. paró -Vale, de una en una mejor...-rió

-al fin sacas ese caracter fuerte- sonrio

-cerre las cortinas para tener un ambiente ma grato, el rojo de tu cabello se ve muy hermosos a las luz de las lamparas de aceite- dijo recorriendo su cabello y rostro

-Dada tu insitencia concluyo que estube en la razon, los concegui de tu hermana-
exclamo tomando otro bocadillo y mirandola a la los ojos
-y esos tipos, eran caza fortunas que nos siguieron desde la calle donde te encontre, no tuve tiempo de preguntarles a quien buscaban- dijo denotando despreocupacion

Oh, aún no has visto todo mi caracter - se acercó- Puedo dar mucho miedo..- Le susurro y luego rio - No has dicho toda la verdad, mas...no voy a insistirte - Dijo y terminando su bocadillo, se recostó contra el respaldo d la cma - Y, ¿hasta cuándo me tendrás presa, William?