Paseo en una calle desconocida

Harta de estar en la okiya, Akari decidió salir a buscar algún entretenimiento, sabía que debería haberse quedado praticando, pero el aburrimiento podía con ella. Dando vueltas acabó en una calle que no conocía, prefiriendo no pensar en cómo volvería se propuso buscar algo para matar el aburrimiento, pero la calle estaba desierta.- ¿No hay nada divertido en este lugar? - Se preguntó en voz alta

William caminaba por la ciudad y depronto vio a una linda y aburrida joven, la siguio lento hasta que quedo completamente sola.

trepo por una columna estando en altura saco una baraja de cartas y la lanzo al aire...

fue casi como ver los petalos de cerezo caer llevados por el viento. La chica estaba justo de bajo, donde comenzarian a posarce en ella y en el suelo.

De repente comenzaron a caer cosas, al principio pensó que serían flores o hojas de algún árbol hasta que, al quitarse una del cabello, vió que era una carta - ¿Y esto qué es? - Confundida miró hacia arriba pero no lograba ver a nadie - Quien haya ahí, salga ahora mismo. - preguntó en un tono que ya sabía poco apropiado para ser una maiko.

Los pocos civiles que habia hay se alejaron rapidamente, y de entre las sombras de un callejon aparecio un joven cano vestido de negro y blanco.

-Me parece que esa no era la actitud que esperaba-

Se acerco sonriente a la chica con un As de corazones entre los labios, hizo una reverencia y dijo:

-Rampo William, para servirle Srta-

Rampo William...- se quedó pensativa un momento, ese nombre le sonaba. Claro, había oído hablar de él la temporada que estuvo en la calle, se le calificaba de peligroso, no tanto físicamente como por su astucia y manejo de información. Automáticamente, se puso en guardia, aunque dado que en teoría ella no debería conocerle, fingió amabilidad y puso una sonrisa - Encantada, yo soy Akari Himemiya - dijo con voz dulce

-Si estas aburrida podriamos buscar alguna cosa en que divertirnos no te parece?-

Le ofrecio el as de corazones, giro sobre sus talones y comenzo a caminar mirando de reojo hacia atras, sonreia.

Las ultimas cartas dejaban su vuelo y yacieron en ese lugar, mas tarde algun desafortunado tendria que recogerlas.

No deberías seguirle, le decía una voz en su cabeza. Sabía por experiencia que gene como él no traían nada bueno. Pero aún así le siguió - ¿Algo divertido como qué? - Le dijo, cayendo en su juego.

El joven dejo ser alcanzado y mirando serenamente a la chica le dijo:

-Digama Ud lo que la divierte, por ejemplo a mi me agrandan los juegos, las travesuras, la actuacion-

El tiempo pasaba no tan lentamente, pero al chico no le importaba la hora que fuese, haia encontrado lo necesario para alegrar el dia, o la noche si era preciso.

Juegos, travesuras, actuación...suena bien - Dijo devolviéndole la mirada - ¿Qué propones? - le preguntó sabiendo que ella no debería estar allí, y menos con él.

-Mmmm dejame ver que puedo encontrar por aqui- penso en voz alta mientras observaba a su alrededor.

-mira ese puesto de ahi- apuntando a un panzon comerciante de gallinas que se encontraba en una calurosa transaccion junto con varios hombres mas.

-Distraelo mientras suelto a las gallinas- sonrio malicioso.

Luego miro a la chica -No te preocupes repondre las gallinas perdidas- dijo algo desanimado.

De acuerdo - Dijo, y, abriendo un poco el escote de su kimono, se aceró al hombre, que la miró embelesado. Lo miró con ojos inocentes. - Disculpe señor, me he perdido... -empezó a decir mientras disimuladamente hacía que el hombre le diera la espalda a las jaulas de las gallinas.

-jeje- rio para si

acerco a un chico y le dijo algo en secreto, juntos se acercaron en silecio y abrieron las jaulas, las gallinas raudas salireon en libertar cacareando y aletenado con fuerza, el estrepito y el caos fue enorme, al principio los hombres quedaron atonitos pero inmediatamente comenzaron a gritary a llamr mas gente para atrapar las gallinas, mas y mas se unian al espectaculo, william se aceco a la joven y la hizo tomar distancia, no queria que quedara atrapada entre tanto revuelo y menos que fuera atropellada imprudentemente.

tomo algunos billetes y los lanzo en varias direcciones, el caos fue aun mas grande mientras se distraian con el dinero las gallinas hacian de las suyas en los locales adyacentes, el desorden fue tremendo y tardo algun tiempo en calmarce.

El chico miraba a la joven con una sonrisa satisfecha y maliciosa.

Ha sido genial - Se rió con una carcajada. realmente hacía tiempo que no se reía así. - Parece que por fin he encontrado algo..alguien - retificó, mirando al chico - bastante divertido. terminó casi en un susurro y su semblante se puso pensativo, aunque en unos pocos segundos volvio a ambiar - Pobre hombre, que cara le quedó cuando vió las gallinas - volvió a reirse.

cuando ya todo se habia calmado y la gente de dispersaba el chico susurro al oido de la joven

-espera un momento-

se acerco al vendedor y llego a un acuerdo con, cuando volvio donde la chica, sonriendo muy ufano, traia una bolsa con huevos en su interior, luego extendio su brazo y la invito a caminar.

-estas no son calles para una joven de tan delicada belleza, ademas ya hicimos suficiente aqui-

Sonrió y le siguió. Aunque siempre ha una distancia prudente, podía parecer que se debía al respeto y la formación que como maiko debía tener, pero realmente lo hacía por seguridad. Se había divertido mucho, pero no olvidaba lo que había escuchado de él y sabía que la ingenuidad no solía ser bien recompesada. - Y, ¿qué edad tiene usted, William-san? - Preguntó con sus mejores modales, que parecían un poco innecesarios después de la broma compartida.

-No es necesario que me llames asi, solo william, o jack cmo me dicen los que han compartido un juego conmigo- dijo sonriente y mirandola a los ojos

-edad? 17 años- vio que la chica se quedaba un pco resagada
-acercate, no muerdo, o es que voy muy rapido?-
bromeo

Nadie sabe que el lobo muerde hasta que ya ha enseñado los dientes, William - Dijo sonriendo, pero no se acercó más. Le daba vueltas a como una persona tan joven podría haberse ganado una reputación entre los mejores jugadores - Eres bastante joven, te creía mayor. - confesó

-jeje, eres una chica muy perpicaz- sonrio coqueto

-creo que la edad no es tan importante, lo importante es la experiencia y el tiempo que se llevo viviendo una vida dura y/o en la calle- remarco las ultima palabras sin dejar de mirarla

levanto el trote

-Vamos alcanzame, no voy muy rapido!!-

Verlos desde las alturas de la casas y edificios era como ver a un par de niñoz que llevan años conociendoce y jugando en el barrio.

"el tiempo que se llevo viviendo una vida dura y/o en la calle" - Demonios, él no podía conocer su pasado, era imposible... - pensó asustada, pero aún así le siguió - ¿Dónde vamos? - le preguntó algo agitada y actó seguido resbaló y calló al suelo - Oh vaya, siempre tuve problemas con estos kimonos - sonrió avergonzada desde el suelo.

la levanto y la puso en su espalda cruzando las piernas de ella en su cintura y afirmandola con suavidad

-estas bien?- dijo mirando hacia el fondo de la calle

*Creo que es hora de salir de aqui*

-No tenia nada planeado- mintio -donde te gustaria ir o hacer?, el dia es joven y yo tengo mucho tiempo para ti-

Akari se sonrojó profundamente cuando el joven la alzó y la colocó en su espalda. Estaba cómoda, mas se bajó - Me encuentro bien, no te preocupes... - le sonrió aunque sus mejillas aún estuviesen coloradas - Realmente no me importa, te dejo elegir.

Lamneto que la joven baara, pero si es lo que preferia no replicaria, lo que menos queria era incomodarla, por lo menos por algun tiempo.

-si es el caso me plase ir hacia las montañas, sabes cabalgar?- dijo, mientras apuraba un poco el paso, ya casi salian.

Nunca lo he hecho, pero no me molestaría intentarlo - Contestó Y ambos se dirigieron a las montañas.


ESCENA FINALIZADA