Un relajante paseo

Ese día hizo frío. El gélido viento recorría el parque de cerezos, arremolinado las hojas caídas. Shizuma se agarró el pasador del pelo como un reflejo, ya que sabía que nunca se movería de su sitio por una brisa así. En un gesto intranquilo, abrio su abanico y jugeteó con él mie ntas sus pies le hacían deambular entre los altos árboles.

El dia era pacifico, se veía todo de manera mas especial, el toque del viento meciendo los árboles le daban lo necesario para que quedara perfecto. Yukihime habia salido en su momento libre a dar un paseo luego de algunas compras pequeñas que habia hecho.

Reconoció una figura femenina de su misma clase, mas no estaba segura del todo, se acercó disimuladamientras paseaba por el jardín.

-buenas tardes- dijo al cruzarse con la otra joven deteniendo el paso lento que llevaba su caminata.

Con un movimiento rápido cerró el abanico al escuchar una suave voz llegar hasta ella. Se giró para encarar ala chica, una hermosa chica de suaves facciones, sonriéndole de forma pícara como era costumbre en ella.

-Buenas tardes, señorita -dijo con un tono aterciopelado volviendo a abrir el abanico

Con un movimiento diestro volvió a cerrar el abanico y se lo acercó al pecho, haciendo como si pensara.

-No sé... -dijo dando un par de pasos alrededor suya-. Quizás nos hayamos visto en algún lado. Japón es un pañuelo -una pequeña e inocente risa deslizó por sus labios, mientras volvía a abrir el abanico- Soy Shizuma, Himemiya Shizuma

-Oh - con entusiasmo, un pequeño ronroneo deslizó por su garganta- que alegría perdurar en la memoria de alguien como usted, Hiro-sama -sonrio de forma dulce, guardando definitivamente su abanico-. Eso quiere decir que también es geisha -con entusiasmo movio la cabeza- o al menos que trabaja en un Okiya

-Yukihime-san -concedió ladeando la cabeza-. Una meiko... vaya, quien lo diría -con impaciencia, chasqueó la lengua-. Aunque, si que pareces más pequeña que yo, ¿que edad tienes, Yukihime-san?

-si, maiko, tengo 16 años señorita Himemiya- la joven parecia hablar lo justo y necesario.

De vez en cuando la gente paseaba por el lugar; no mucha pero una que otra atravezaba el sitio.
A las jovenes algunos las quedaban mirando por estar ahi en medio del paseo y aquellas miradas a Yukihime la hacian sentir algo incomoda y entonces bajaba su rostro.

-Pareces tímida -comentó observando su reacción- Creo que tu también estás paseando... si gustas compañía podemos terminar el paseo juntas.

Con su típica sonrisa, se apartó el pelo de la cara observando con curiosidad a la chica.

Con ánimo comenzó a caminar observando como caían las hojas del cerezo, solo disfrutando del silencio de la compañía.

-Y... ¿trabajáis mucho en el Okiya de Akko? -preguntó sin venir a cuento, aún disfrutando de las vistas

-La verdad no como es costumbre de una maiko. Solo hacemos lo justo y necesario, mas que nada observar y aprender de las otras chicas que ya son Geishas, auqnue bueno, ya estoy en edad y creo que pronto la señorita Anko me conciderará para unirme al grupo de Geishas-

dijo ocultando el entusiasmo por esto, sin duda quería llegar a ser una geisha tan experimentada y hermosa como su maestra a quien admiraba mas que a nadie.

-por eso intento esforzarme porque se que pronto lo lograré-

-Oh -dijo con simpleza asintiendo-. Estoy segura de que serás una gran Geisha... tienes una hermosa piel, y un rostro muy dulce -una pequeña risa escapó de sus labios- seguro que Akko-sama sabrá sacarte todo el partido que tienes.

-Oh, gracias por tu halago -shizuma sonrió de forma divertida, moviendo el abanico con gracia- Sí, eso creo. Creo que que tengo tanta "popularidad" porque tengo un carcter bastante animado -casi incoscientemente, ronroneo volviendo a mover el abanico- eso llama mucho la atención.

Esucho el extraño sonido, al parecer era cierto que anteriormente habia escuchado algo similar, un ronroneo. quedó algo extrañada pero lo disimuló, no quería preguntar al respecto para no incomodar.
-pues si señorita, realmente es usted alguien bien llamativa, y también he escuchado sobre su popular caracter, creo que como dice usted, es llamativo, si, justamente eso-

volteó un momento para continuar con el paseo, unos niños revoloteaban por el lugar y jugaban entremedio, ella solo se hizo a un lado para dejarlos pasar y rio.

-Lo exótico vende -comenté como si nada- Estoy segura de que cuando tú seas una geisha serás tan o más popular que yo

Shizuma se quedó mira ndo como los niños jugueteaban, perdiendo la sornisa por un breve momento.

-muchas gracias señorita, pero creo que para entonces tendré que hacer mucho mas que esfuerzo- rio levemente.

levanto la mirada y respiró profundamente -el día nos acompaña hoy, el tiempo a estado muy bueno, y la brisa es perfecta, no cree? me agradan tanto estos días así- sonrio con sus ojos cerrados por un leve momento.

-Tienes razón, yyo que pensaba que haría frío hoy -se qudó mirando el cielo- A veces me pregunto como estará todo allí fuera.

-Aunque acabara algún día, ¿crees que el planeta se recuperará? -reguntó en tono misterioso-. De tantos abusos...

-sinceramente no creo que ni nsosotros y nuestros hijos, si tenemos, llegue a salir de Japón algún día -dijo mirando al cielo- El hombre est tan imprudente.. destruye en días lo que naturaleza tarda años en fabricar