Revolviendo un poco

Le agarró la muñeca y le paró - ¿Por qué estuviste aquí? - Le preguntó, temblando interiormente, hacía demasiado que no pisaba este lugar.

Miro un punto en el suelo y luego giro el rostro para enfrentar la mirada de la joven

-Hace años vivi aqui- dijo inexpresivo
se solto de la apricionante mano y recorrio el lugar observando todo -Sigue igual- susurro

-Interesante giro al que nos condujo el azar no?-[/blue] hizo una pausa [color=blue]-Parece que ambos fuimos creados por el Juego y el azar- sonrio mirando los ojos de la pelirroja

No sé de qué me hablas - Contestó, de repente molesta - ¿ Qué no me has contado Wiliam?

-jajaja- rio
-Ahora soy yo el que no sabe a que te refieres- sonrio divertido

Sacudió la cabeza, molesta consigo misma. Había sido casualidad, seguro que sí, él no sabía nada, y ella estaba actuando como una histérica. " Cálmate, no seas tonta" Se reprochó mentalmente y se rió - Nada, olvídalo, estaba confundida

-Hace no muchos años- dijo mirando hacia el final de la calle
-cuando vivia aqui, recuerdo la mirada triste de una hermosa joven- la observo y sonrio
-nunca supe su nombre, pero...- puso en dedo en sus labios y susurro -... era peliroja- dicho esto salio saltando, brincando y canturreando de la solitaria calle, miro hacia atras y fue como ver una foto de esos años, quizas solo era una cohencidencia, elevo la voz cantando en un extranjero idioma y soltando algunas risotadas.

Hay muchas pelirrojas en Japón - Dijo, sabiendo que mentía, salvo extranjeras o teñidas, no había muchas. Luego reflexionó - ¿Vivías aquí? Vaya... - Dijo, tratando de recordar, sabía que había vivido allí, pero sus recuerdos estaban difusos, enterrados.

miro de reojo y arqueando una ceja al escuchar la respuesta de la muchacha, solto una risotada y siguio cantando esperando que la joven recordara la melodia, si no la recordaba quizas el chico estaba equivocado. Volvio a mirar a la muchacha y le invito a salir de alli moviendo su mano mientras caminaba graciosamente en direccion opuesta.

Los recuerdos de esa sucia y vieja calle no incomodaban al muchacho, es mas, miraba esas memorias con gracia, despues de todo su vida era completamente distinta ahora y eso lo celebrara cada dia con alguno de sus juegos, juegos que no buscaban el sufrimiento de otros, simplemente alegrar al chico con un poco de caos.

Lo miró recelosa. La melodía que cantaba le traía recuerdos, era irritante y le daba dolor de cabeza. No quería recordar, no quería saber nada de ese pasado. Hacía casi tres años desde que visitaba esa calle. - William, no me gusta este juego, deja de cantar - Le dijo - Vámonos de esta calle, por favor.

El muchacho enmudecio al instante y una traviesa sonrisa se dibujo en su rostro, troto hacia la muchacha y la tomo de la muñeca.
-por aqui dama- susurro muy bajo.

Le siguió callada, mirando al suelo mientras sentía el picor de las lágrimas en los ojos. Pero no iba a llorar, no por algo tan tonto. "Sólo es una calle, no deberían afectarte los recuerdos, ya dejaste todo esto atrás" Se reprochó, pero eso no quitaba la angustia que se había formado en su pecho.

Caminaron sin prisa pero a paso firme. al cabo de un tiempo llegaron a una calle mas central, el joven celebro con un grito y luego miro a la chica sonriente.
-sabes de que tengo ganas?- pregunto malicioso.

Seguro que puedo adivinar... - Suspiró, resignada. - ¿En qué diablura estás pensando?

El muchacho sonrio y le indico a la joven que le siguiera, camino con paso firme a travez de la multitud y entro en una tienda.
La tienda era sencilla y nada lujosa, mas en el interior diversos trajes y vestimentas adornaban cada rincon del lugar, William se acerco al dueño y le hablo en un extrangero idioma, al cabo de un rato el joven buscaba entre las ropas y el dueño cerraba el local.

Entró con el en la tienda, bstante curiosa. Miraba con recelo a William, auqnue sabía que al final acabaría tomando parte de sus juegos. Se sentó a esperarle en un taburete mientras miraba alrededor el extraño establecimiento. - William, ¿qué haces?

El muchacho giro su rostro para ofrecerle una traviesa sonrisa a la joven, corrio hacia ella, la puso de pie y la llevo frente a un provador de ropa, alzo su mano y una señotita se acerco para ayudarles. -Busco un disfraz, también necesitaras uno para ocultar tu identidad- dijo sonriente mientras tomaba unos pantalones de tela, un sombrero de copa y una peluca roja, acto seguido se metio en un provador dejando a las damas, la chica de la tienda le ofrecio algunas ropas para que se probara.

-busca algo lindo y sexi!- grito el chico mientras se cambiaba.

Se probó un par de trajes que le venían bastante grandes. Salió del probador con su kimono y se sentó a esperar a William - Creo, que dejaré que lo escojas tú, no es mi fuerte la moda.

El muchacho salio del provador vistiendo un ajustado terno negro con peuqeñas franjas blancas a lo largo, los pantalones hacian juego, traia una camisa blanca y una corbata de un rojo liso y fuerte, calzaba unos mocacines negros y se notaban facilmente los rojos calcetines, sobre la cabeza una sombrero de copa que dejaba caer varios mechones rojos, para finalizar el atuendo sobre el rostro una mascara blanca con una pequeña sonrisa, espacio finos para los ojos y un peuqeño diseño negro bajo el ojo izquierdo. -Como me veo?- pregunto entre risas tomando un baston.

Das miedo - Rió - Vamos, ahora dime que locura voy a ponerme yo.

-pense que tendrias algo en mente- exclamo sacandoce la mascara.
Troto hacia las tenidas e intercambio un par de palabras con la joven de la tienda, rebusco por todos lados y comenzo a lanzarle prendas a la señorita, faldas cortas, largas, mallas completas, pantalones ajustados, unos mas sueltos, cortos, camisas, poleras, petos, chaquetas de tela, de cuero, vestidos largos, cortos, escotados, cinturones, botas, zapatillas, sombreros y mascaras.
-escoge algo de ahi- dijo sonriendo -si tienas alguna remota idea de lo que deseas dimelo y lo buscare-
La muchacha que atendia tomo todo y lo fue llevando donde Akari, los colores variaban entre el rojo, el blanco, el negro, el azul, el verde y el amarillo. William tomo asiento frente al provador.
-si necesitas ayuda, la dama te asistira, o yo si lo precisas-

Descartó las prendas de colores, dejando solo negro y granate - Vamos, Will, ayúdame a elegir - Le pidió, poniendo ojitos - Vamos, por favor - Le rogó de nuevo.

-Mmmm si fuese por mi escogeria esto para ti- dijo pensativo y entregandole algunas prendas a la muchacha.
sandalias negras de baile con largas amarras, panties cortas negras, corset rojo muy escotado con una larga falda abierta por el frente, una polera de pantie negra sin mangas, unas mangas de recuadros rojos y negros y un sombrero negro, parecido al que usaban las brujas en las peliculas de antaño. -si no es de tu agrado confio en que nos traeran mas tenidas- dijo sonriente e imaginando a la chica con el traje puesto.

Anda trae, no sé como te consiento esto - Sonrió y se metió al probador con las prendas que el chico le habái dado- Ni si te ocurra asomarte - le advirtió y comenzó a desvestirse. Se colocó casi todas las prendas, pero a la hora de colocar el corset no pudo - Esto...Will, creo que necesitaré a esa dama después de todo. -Dijo

El muchacho entrego las prendas algo sorprendido, espero paciente hasta que escucho nuevamente la voz de la joven, miro en todas direcciones e inocentemente respondio -Ehm... no se ve por ningun lado, creo que tendre que ayudarte- dijo acercandoce al probador, mas no entro.

Joder...- Masculló, y se calló de golpe, no debía usar ese vocabulario. Suspiró - Está bien, pasa. Estoy vestida, solo queda atarme esta cosa que me has dado.