Lindo día no?

Akari Paseaba por la plaza tremendamente aburrida. La Okiya, la escuela de geishas, el aprendizaje...realmente tenía poco tiempo libre, y cuando lo aprovechaba para salir, tan solo encontraba lugares aburridos. Paseó alrededor de la plaza hasta que se sentó en un banco, al levantar la cabeza vió a un hombre en el banco de enfrente. Parece que no soy la única aburrida - pensó

Una flor de cerezo se le enredó en el cabello, y tratando de quitarsela, se lo soltó, dejando ver una brillante melena pelirroja. La chica puso una mueca de desagrado y comenzó a recogerselo de nuevo. - Realmente que es problemático el cabello - suspiró. Entr su poca destreza para recogerselo y que este se le soltaba comenzaba a impacientarse.

Pero es bastante incómodo...- contestó sin darse cuenta, como si siguiese hablando consigo misma. Al darse cuenta de que no era así, dio un gracioso bote en el asiento sobresaltada - Oh, vaya..- Se sonrojó profundamente - Perdone, tengo la mala costumbre de pensar en voz alta - sonrió - Me llamo Akari Himemiya, y, ¿puedo saber quién es usted? - preguntó con cortesía más que ensayada.

Supongo...- Dijo aunque su cabello se le había olvidado por completo al verlo sin gafas. Dios mío, ese hombre era guapísimo. "No puede ser humano... - pensó embobada y hasta sacudió la cabeza para salir de sus pensamientos. - "No Akari, no sigas por ahí..." se reprochó a sí misma - Le devolvió una mirada bastante mas resuelta - Y bueno, ¿qué le trae por aquí?.- Preguntó

Me aburro - Su respuesta fué franca, más de lo que debía para ser una maiko - Ultimamente no encuentro nada divertido...bueno, casi nada - añadió recordando su travesura con William - ¿Qué suele hacer usted para divertirse? - Sonrió, era una pregunta que le hacía a todo el mundo.

No pues, con lo que debe tardar en peinarse poco tiempo le quedará - rió señalando su cabello - Lo que dice suena bien, aunque un poco rutinario para mi gusto. - Caminó hacia el banco y se sentó - Esto de hablar de un banco a otro es ridiculo - le miró - Usted es extranjero ¿verdad?

Si, yo también los ví - le agradó que él la mirara a los ojos, le pareció más directo y sincero - Y supongo que yo he roto su rutina el día de hoy - Sonrió - Espero que perdone el atrevimiento, pero, ¿qué edad tiene usted, Archer-san?

Le hubiese contestado, más ha picado mi curiosidad así que...atrévase, diga un número. - Le retó - ¿Cuántos años cree que tengo?

Nada más lejos de la realidad - rió, aunque se sonrojo un poco - Si mi hermana le oyera moriría, siempre me anda llamando infantil - suspiró - Realmente tengo 15 años, Archer-san, no creí que pudiera aparentar más. -Y era cierto, sabía que tenía figura de mujer, pero por su cara infantil solían creerla más joven - Y usted eludió mi pregunta de antes, no es de japón, ¿o me equivoco?

Oh, a mi me pasa al contrario. Me atrae todo de Europa, América, África..o, lo que quede de esos continentes. Me habría gustado conocerlos. - suspiró - Francia debe ser hermosa, ¿la extraña?

Quizá no vuelva la antigua Francia, pero, podría construirse una nueva - Intentó animarle la joven - Debió ser dura, la guerra y eso...-Suspiró- Pero basta de pensamientos tristes - sonrió de nuevo - Vamos, cuénteme algo de usted

FDR: No sé qué ha ocurrido pero algunos post de ayer se han borrado. Tendremos que empezar otra vez :S

Pues no sé, hableme de usted, de su pasado...A qué se dedicaba en Francia, qué solía hacer con sus amistades, no sé... - Le propuso ella sonriendo - Debía tener usted un cargo importante, parece... - "Peligroso", pensó - ...precavido.