En el jardín

La joven Akari Himemiya salía de clases on paso lento y tranquilo, pero se notaba en su cara el esfuerzo que le costaba no salir corriendo. Cuando por fín, cerró la puerta tras de sí, y se encontró en el jardín, suspiró aliviada, había sido un día muy largo.

A lo lejos, vió la figura de su hermana y se acercó - ¿Qué tal Shizuma? - dijo tranquilamente, omitiendo el sufijo, nunca había creído en todas esas formalidades.

Ella levantó la vista, viendo a su hermana acercarse.

-vaya, mira quien se digna a venir junto a su hermana -dijo burlona moviendo el abanico- ¿Has estado muy ocupada o es que no te apetecía hablar conmigo?

He estado aprendiendo a ser una señorita - Dijo burlonamente y parpadeó coqueta. Se echó a reír. - De verdad que cada día tengo que hacer más esfuerzos por no reirme en medio de la clase.

Se sentó al lado de su hermana - Y de todas formas, la culpa no es mía, tu tampoco has venido a verme - le reprochó

-Yo si he estado ocupada -se defendió abriendo con gracia el abanico para ocultarse el rostro y mirarla-. Soy una geisha, tengo mucho trabajo.

Con diversión, ronroneó volviendo a cerrar el abanico y dejandolo en su regazo.

-¿como van tus avances?

Ya sé tocar el Samishen, he mejorado la caligrafía...la oratoria...bah, la mayor parte de los clientes se conforman on una cara bonita - Suspiró - Bueno, ¿y tu qué?, ¿has hecho algo interesante? - Preguntó.

-Jugar -dijo con simpleza cogiendo el abanico y dándoselo-. Ya sabes que yo tengo poco tiempo para relajarme normalmente -suspiró-. A este okiya vienen muchos clientes.... espero que no tardes en hacerte geisha para echarle una mano a tu neechan -cariñosamente, le revolvió el pelo-

Eh, si me despeinas... - hizo una pausa - Nunca llegaré a ser una buena geisha - Dijo imitando la voz de su sensei y se echó a reir.

-Oh, disculpe señorita maiko -dijo enarcando una de sus finas cejas con voz burlona-. De todas maneras deberías dejar un par de mechones sueltos, te darían un aire más....

Se soltó dos mechones y la miró - ¿Mejor? - Preguntó con una expresión bastante infantil que parecía no concordar con su personalidad.

Ella asintió, apartandole uno de los mechones de la cara para verle bien los ojos.

-Tienes demasiada prisa por crecer, Akari -susurró dandole un beso en la frente antes de levantarse

Miró a su hermana con cariño - ¿Te vas, oneesan?

La miró desde arriba y se inclino d enuevo para recuperar su abanico.

-Debería... pero creo qeu voy a postergar mis debere s para estar un poco más con mi único familiar -sonrió de forma divertida, empezando a caminar- ¿Que te parece si me preparas un té?

Me parece bien, al fin y al cabo, es una de las pocas cosas que sé hacer sin quemar la Okiya - Dijo alegre y se encaminó a coger una tetera y preparar té

La siguió en silencio y se quedó mirando como lo preparaba todo

-¿Como van las clases de la ceremonia del té?

Mas o menos... - Confesó algo tímida - La verdad es que todo esto me está costando bastante... - Dijo sirviendo el té

-¿Por qué? ¿Tienes algún problema con algún sensei? -preguntó aceptando la taza que le ofrecía su hermana

No, es sólo que me siento estúpida, no sé, me gusta lo que aprendo, lo que no me gusta es el hecho de que lo aprendo para complacer a hombres estúpidos...- Que probablemente tendrán esposa e hijos- Añadió mentalmente

-Oh, tranquila -sonrió tomando un trago de su té- estás en plena etapa de rebeldia.

Suspiró, mirando al cielo.

-Los hombres.. solo pagan por nuestra compañía, arte o bailes -la miró, sonriendo- En ningún momento tenemos que hacer nada con ellos si no queremos.

Tienes razón... - Suspiró, empezaba a aburrirse - Me aburro, llevo todo el día, no, todos estos días encerrada aquí. ¿Qué tal si salimos a dar una vuelta?

¿Y a donde quieres ir, Akari-chan? -pregunto su hermana extrañada apurando su taza y dejándola sobre la bandeja

No sé, sólo quiero salir de aquí. - Dijo levantandose - Vamos, tu decides

-¿te gustaría ir al templo? -soltó la taza de té- Hace... mucho que no vamos juntas.

Sonrió, moviendo el abanico.

¿Al templo? - Se quedó pensativa - Bueno, está bien - Sonrió

Shizuma se levantó y tendió un brazo a su hermana con una dulce sonrisa.

-Vamos pues.

ESCENA TERMINADA