parada frente a un deseo

Unos pasos rompían aun mas el silencio, un hombre torpe quizá, el caminaba por los suelos del puente y se recostó ala baranda contraria ala de la joven, no quería faltar el respeto y mucho menos incomodar, pero se dejo llevar y recitar unas cortas palabras sin mirar pero sabiendo que ella las escucharía…

-es hermoso ¿no?,- calla un poco y agrega- la transparencia del agua, tan tranquila pero… tiene corriente y aun así, no deja de ser transparente y tranquila- el hombre sonríe levemente y seguía diciendo- la vida, la vida tiene sus correntadas pero… aun así, la vivimos por que en sus ratos…no deja de ser transparente y tranquila…-

El hombre continuaba en su anonimato, solo decía palabras quizá confusas y quizá solo eran palabras, nada mas palabras pero; el lugar, la hora y la compañía anonimato de la joven se prestaban para decir lo que se sentía en esos momentos…

El hombre se separa un poco del barandal y se voltea para mirar de una vez por todas ala dama que acataba sus palabras, la miro y sonrió, llevo su mano izquierda a su pecho y la derecha La blandeo de delante asía atrás e hizo una reverencia como se acostumbraba en su país, siempre demostrando caballerosidad ante todo y hacia los demás.

-mucho gusto mi lady, y mil perdones por mi atrevida interrupción, no es propia costumbre mía el hacer tales cosas pero… me preguntaba que podía estar asiendo una joven en este lugar, no responda si es que no quiere no soy quien para interrumpirla y menos para forzarla a platicarme-

El sujeto la mira detenidamente, fijando su mirada en los ojos de la joven, siempre se caracterizo por hablar las cosas mirando directamente a los ojos quizá en un ingrato intento de adivinar lo que pensaban, por que como dicen… “los ojos son el espejo del alma”

El joven se paro firme e introdujo su mano en la bolsa de al lado de su pantalón, miro ala joven luego miro el cielo y nuevamente miro a la joven y dijo.

-¡valla, seré descortés!, mi nombre es Adrian, Adrian Le´hurent y a sincerándome con tigo este… mmm como decirlo, este soy algo nuevo por estos rumbos y estoy extraviado-

El tipo agacho la cabeza como algo deprimido su fachada de galán quizá había decaído pero enserio necesitaba ubicarse y la pena era algo que no debía caber en la sinceridad

-pero, suerte de encontrarla a usted embe…eee ¿Cómo es que se llama usted? Si es que no rompo ninguna regla al preguntarlo-

Adrian la miraba igual que antes solo a los ojos, trataba de pensar lo que la joven le diría pero sentía en ella algo distinto a las demás, algo que no se puede adivinar, algo como el viento así ella no se puede atrapar…

-¿Yuki…hime?...este perdón, bello nombre señorita-el hombre la miraba sin perder el control de sus palabras –así es, soy nuevo por estos rumbos de este paraíso y con certeza no se muy bien hacia adonde dirigirme, tengo una humilde casa por no se que lugar. ¡Oh valla creo que fue mala idea salir a pasear!- Adrian dijo esas palabras al viento y luego miro a la joven –a perdón, no lo dije por usted, usted siendo franco a sido lo mejor que eh encontrado por acá y dudo que halla algo que le supere- el joven platicaba nada mas, sus palabras no llevaban malicia alguna, quizá solo eran palabras torpes, quizá solo palabras vacías…
-dígame Yukihime-sama, mmm ¿que se puede hacer o mas bien que haces usted para divertirse o pasar un rato agradable?, si no es mucho pedir me gustaría que me ayudara a comprender mejor este lugar, claro está, si no estorbo en su vida y su tiempo-
Adrian ladeó la cabeza hacia su derecha y con un gesto de confianza dibujo en su boca una ligera sonrisa amigable.

-valla, así que te as percatado de que no soy cantante, bueno creo que la hago bien con el karaoke o eso me han dicho…mmm seguro que era mentira, en fin es cierto no se tejer y pintar bueno eso se lo dejamos mejor a usted, veamos mmm le gusta ¿leer o escribir?, por que eso para mi es algo agradable o quizá pasear aunque con eso ultimo ya vez cual es mi problema-

Adrian se quedo un poco callado mientras la suave brisa recorría el lugar, cerró los ojos y luego los abrió y miro a la joven con cara de interesado,

-haber, dígame- puso un dedo cerca de su boca para hacer una pregunta- ¿a que se dedica usted?- Adrián se sentó en el barandal del puente, le agradaba estar cerca del agua…

Adrian se quedo algo ido ¿una maiko? Que era eso, un termino nuevo que podría aprender en la gran Japón ya había escuchado que en Japón habrían muchas cosas que el desconocería y se había comprado unos libros que le ayudasen aun así, el termino maiko le sonaba algo totalmente desconocido…
-mmm, bueno quizá podría intentar adivinando al azar pero, disculpe mi falta de conocimiento preferiría no equivocarme y mejor preguntar, ¿Qué es una maiko? Yo ¿podría ser algo como eso? Miro que usted es muy talentosa, si fuese maiko ¿podría yo aprender a pintar y quizá cantar? Siendo sincero no tengo ni las más remota idea de lo que es una maiko-
Adrian agachaba la cabeza con una leve risa de decepción, savia que Japón seria algo nuevo pero no algo tan complejo ya que una simple palabra lo confundía totalmente y bueno quien no luego de vivir tantas cosas del otro reino

Adrian ponía atención a cada palabra que la joven Yukihime pronunciaba, todo parecía tan simple y el que se ahogaba en un vaso con agua…
-así que de modo eso viene siendo una Maiko- calló un poco como si meditara y agrego con una sutil sonrisa – de modo que descarto la idea de aprender a cantar aunque, estoy feliz de haber recibido tu información – el hombre se acercó al barandal, puso ambas manos hacia atrás sujetando una con la otra y miro el hermoso sol…- supongo que tendré un lugar donde ir a visitar a mi primera amiga del bello Japón- Adrian miró a la joven con una sonrisa simple pero con algo de serenidad, luego se puso un poco serio –veamos, si eres una Maiko tu futuro será ser una gran geisha ¿no? Pues en ese caso, si ocupas que te financien algo, tenme en cuenta yo te ayudaré pero solo de esa forma ya que si me ocupas para algo mas debo advertir que desconozco mucho sobre los artes a menos que perderme sea uno de mis más grandes dotes pero de algo estoy seguro eres alguien llena de visión futurista y se que serás la mejor de todas las geishas- el hombre sonreía muy a gusto, era como si la joven fuera alguien de mucha confianza y alguien en quien el podía depositarla totalmente, era extraño después de todo… le era algo difícil confiar en los demás.

Adrian estaba serio mirando la expresión de la joven, espero a que terminara de hablar entre tantas palabras el sonreía y se quedaba confuso, serio de muchos ánimos pero al final dirigió una pequeña risa al viento y mirándola y con sus manos llevadas a sus bolsillos dijo
-bueno bella dama no quiero que se ofenda con mi arrogancia pero… la verdad es que, tengo mas dinero del que podría llegar a gastar además si el dinero llega fácil de igual manera debe irse el problema es que se va en cosas innecesarias pero, se que esta vez usare bien mi dinero y no aceptare un no como respuesta, yo me encargare de facilitarle todos y cada uno de sus gustos y por que no también sus caprichos- al decir eso ultimo el hombre dejo escapar una sonrisa en realidad no tenia ni la mas mínima idea de lo que a la joven le agradaba pero aun así le sonó divertido que el se los prometiera sin conocerla, enserio se sentía en plena confianza.
-además lady Yukihime, si no le incomoda este, me gustaría que usted me acompañase a lugares ya que no conozco ninguno además usted será como mi maestra aunque se lo aseguro soy un alumno rebelde- adrian no se detenía en gastar chistes aunque no fueran divertidos, para el no había nada mejor que conversar con alguien que a el le agradara –sabe señorita… quizá no conozca mucho sobre usted pero se que usted es una persona buena y a las personas buenas seles ayuda debes en cuando, ¿no lo cree así?- adrian se inclino un poco hacia adelante con una pequeña y ligera sonrisa en su rostro.

Adrian callaba y miraba los gestos de la joven, ponía mucha atención a cada palabra que de la boca de la joven salía con mucho respeto y delicadeza tomo de las manos de la joven mientras el tenia un risa en su cara como de alegría…
-veras una mujer muy cercana me decía que yo era de las personas que no viviría mucho- adrian levanto la mirada al cielo – ella tenia mucha razón, pero acate su consejo y quise vivir cosa que fuera de aquí jamás pude hacer ahora,-baja la mirada directamente a los ojos de la dama-yo le puedo decir a usted que, usted es de las personas que si vivirán mucho sépalo, desde un principio lo que le ofrecí era por amistad junto con mi ayuda no iba adjunto alguna otra cosa, usted dice que hay un caballero que la pretende o bueno ser su danna a el lo respeto al igual que usted, en mis años aun en guerra aprendí por las malas que en decisiones del corazón no hay quien las rompa no es que usted no me agrade para pretenderla es solo que creo que una amistad vale mas que otras cosas y como dije antes mi ayuda ya la extendí y no aceptaría un no por respuesta después de todo un caballero jamás renuncia a su palabra, le prometo que jamás le fallare mi amistad es clara como el agua y aunque quizá yo me valla a convertir en la corriente de su pretendiente, es algo que hace que la vida se quiera vivir y a eso vine a Japón, y estoy completamente seguro del por que usted cautivo a ese hombre y me animo a decir que. ¡Ese caballero tiene mas suerte en hallarla a usted que usted en hallarlo a el!- Adrian retiro sus manos de la joven y se detuvo a mirar el cielo como si detrás de el hubiera un rostro que le era familiar…

Adrian la miro y una sonrisa broto de repente, el se limitaba a mirar a la joven y comprender lo que ella le emitía dio un leve suspiro, quedo algo pensativo y agrego…
-bueno esta bien, hablare con la señorita anko haber que ocurre y bueno solo si usted también lo quiere platicare con el señor André de seguro no habrá inconveniente alguno ya que dos manos pueden ayudar a que una flor florezca- adrian miro como la joven se puso cuando ella pronuncio el nombre de su señor pretendiente –aunque ¿sabe?- miro el rio muy fijamente y luego la miro a ella con una risa muy agradable- creo que el señor André a echo un buen trabajo cultivando tan bella flor- adrian se estaba limitando a decir solo ciertas frases le interesaba mas saber lo que la joven pensara sobre la vida y segundo sobre lo antes postulado.

Adrian la miro algo confuso por la reverencia fue algo que le parecía grato y a la vez de mucho respeto
-bueno joven este mmm yo tampoco quiero crear mal entendidos entre nadie y menos en los que me vea involucrado pero si queremos hacer esto de manera correcta deberemos corregir ciertas cosas para comenzar, nada de “Señor” Adrian, dime únicamente adrian seria mas grato para mi y mmm espero que nos llevásemos mejor y otra condición será que me enseñes a bailar es que mmm sonara loco pero- adrian se pone la mano detrás de la cabeza – un londinense que no sepa bailar es humillante y mis años de no vida no me a permitido aprenderlo jajaja -
Adrian se limitaba a ser tal y como era el con gente agradable solo se preguntaba cuanto mas podría estar en el paraíso ya que no solía alcanzar bellas cosas