Danza con ábanicos / 1era clase

De manera especial aquel día Anko fué invitada a dar las clases en la escuela de Geishas como invitada de honor en donde primero se vería a las chicas mostrar su arte y su avance respecto a este y luego una pequeña demostración por una de las geishas mas famosas del Japón.
De manera personal Anko daría clases a todas aquellas muchachas que quisieran aprender el hermoso baile con abanicos.

Yukihime fue una de las primeras maikos que llegó al lugar. Ya estaba preparada para sus clases y la noticia de que su maestra sería la invitada de honor le sorprendió y a la vez maravilló. Atenta entre todas las demas geishas y maikos estaba ella, esperando a que aquellas interesantes clases dieran comienzo.

Emocionada y ansiosa por ver la actuación de su maestra, Daphne se mezcló entre las demás geishas y maikos, intentando estar lo más cerca posible de donde estaba ella para verlo todo mejor. Había llegado pronto pero aun así la cantidad de chicas que habia era notable, más de lo que era habitual. "Seguro que se debe a la presencia de Anko-sama"

Shizuma entró jugueteando con el abanico para variar, mirando con tranquilidad quien había en la sala. de momento solo habían acudido dos maikos de el Okiya de Ankko

Vaya, Akari se retrasa... para variar.

Así es Anko-sama, hay gran concurrencía el día de hoy, por sobretodo las maikos mas jovenes. Eso si, de su okiya han venido muy pocas, cabece notar que ellas deben si o si asistir Anko-sama.

se inclino en signo de respeto.

-de todas maneras está todo listo para comenzar-

Akari llegó corriendo hasta el lugar, pero se paró en la puerta. Esperó hasta que se le pasaron los signos de fatiga y abrió la puerta - Buenos días, lamento el retraso - Dijo haciendo una reverencia.

La clase da comienzo y la encargada recibe a todas las aprendices: -Konnichiwa geishas y maikos pertenecientes a esta escuela. Para continuar con nuestras clases quiero hacerles saber como ya hemos avisado con anticipación que tendremos y estará en compañia de nosotras una de las mas famosas y reconocidas geishas de japón: la señorita Anko-sama- pausa un momento -para dar entonces comienzo a esto comenzaremos con un leve repaso sobre la danza con abanicos y quiero que ustedes demuestren cuan capacitadas están...- cuambia d eposición y camina hacia una d elas muchachas
-en esta oportunidad le preguntaré a una de ustedes..- dirige la mirada a Yumei -...señorita Yumei, puede decirme usted de donde viene la danza con abanícos?-

Anko con una mirada bastante desafiante y una sonrisa cerrada clavada en su rostro miró a la joven geisha esperando a que respondiece y dentro de sí pensó [-no todo es movimiento y sensualidad, el origen d elo que hacemos es mas que importante. A ver si esa niñita sabe lo que hace-]

Se cruzó d ebrazos escondiendolos bajo las mangas de su kimono.

-Según lo que dices, Anko-sama, nos estás indicando que la seguridad en loq ue hacemos es importante, ¿no es cierto? -comentó la geisha-. Así como Yumei-san ha tenido seguridad en sus palabras.

Akari observaba todo con atención. Oía lo que explicaban y almacnaba la información. No dijo nada, realmente, no tenía nada que aportar.

Mizuage... La misma palabra le revolvía el estómago. Gracias a dios que aún era joven, no se creía capaz de enfrentar la situación. vender su virgnidad por dinero, a saber a quién...Le asqueaba.
Aún así siguió escuchando a Anko-sama.

-Eto…-

Se sobresalto un poco, estaba algo distraída muy sumida en sus pensamiento, y se puso algo nerviosa al ver la mirada de Anko fija en ella, aun así no aparto su perlada mirada y su voz no tembló.

– Las funciones de un Danna es algo así como ser nuestro patrocinador, pagar parte de nuestra deuda con la okiya, nuestros maquillajes y kimonos, financiar los costos de nuestro entrenamiento en la escuela, el medico y otros gastos considerables… si fuera otorgada a un Danna mis servicios artísticos y corporales estarían al servicio de el, además de… la exclusividad en cuanto a mi sexualidad, y generalmente la relación entre un Danna y una geisha depende de algún aporte financiero por parte de el Danna.-

Termino por decir la ojiblanca viendo fijamente a la gran geisha que tenía ante ella, esperando en silencio a ver que diría.